Las tendencias más avanzadas en salud confirman que ciencia y espiritualidad se complementan.
En la cultura occidental, desde hace ya varias décadas, las diferentes técnicas y terapias del campo de la salud deben contar con el aval científico para su uso y dar garantía de su eficiencia y efectividad. Es por esto, que en el momento de hablar de terapias complementarias, se duda de si son permitidas y válidas, por argumentar que carecen de sustento científico.
Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el máximo organismo que gestiona las políticas de prevención, promoción e intervención en salud a nivel mundial, apoyó la estrategia de INTEGRAR las terapias complementarias y tradicionales en los sistemas nacionales de salud.
Por lo tanto, el presente y el futuro de la salud pública se basan en la fusión entre la espiritualidad, desarrollada desde los inicios de la historia de la humanidad, con las más modernas teorías de la ciencia de la salud. En esta unidad radica la mejor atención posible para el tratamiento eficaz de las dolencias y enfermedades que muchas personas hoy en día padecen.
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